Silvestres, con sus rítmicos acompañantes. De nuevo, y ya van unas cuantas, un trabajo con papel satinado, cocienzudo y a la vez esperándo al desconocido resultado, como un ceramísta al abrir su horno. Si, el resultado más que satisfactório, fruto del trabajo, el tesón, y la dedicación. Da gusto ver cuando, acabado, observas como has acertado, con todos los detalles. Abrazo.
Este papel suele dar sopresas, es muy indómito, no admite corrección alguna, así que si no obtienes algo aprovechable a la primera ya puedes ir encestando en la canasta de la papelera, además éste en concreto es de muy bajo gramaje por lo que suele alabearse con facilidad, pero a pesar de todo, me gusta mucho el resultado cuando acierto con algo. Seguiremos en ello. Abrazo, Fernando.
Tus acuarelas nos recuerdan que ya está cerca la primavera (que con tantos temporales andamos un poco despistados)
ResponderEliminarEsta me encanta, Carmen.
Un abrazo.
Los campos empiezan a lucir con pequeñas margaritas, y los topos asoman sus hocicos... Empieza un nuevo ciclo. Gracias Oñera.
ResponderEliminarAbrazo.
Silvestres, con sus rítmicos acompañantes.
ResponderEliminarDe nuevo, y ya van unas cuantas, un trabajo
con papel satinado, cocienzudo y a la vez esperándo
al desconocido resultado, como un ceramísta al
abrir su horno.
Si, el resultado más que satisfactório, fruto del
trabajo, el tesón, y la dedicación.
Da gusto ver cuando, acabado, observas como has
acertado, con todos los detalles.
Abrazo.
Este papel suele dar sopresas, es muy indómito, no admite corrección alguna, así que si no obtienes algo aprovechable a la primera ya puedes ir encestando en la canasta de la papelera, además éste en concreto es de muy bajo gramaje por lo que suele alabearse con facilidad, pero a pesar de todo, me gusta mucho el resultado cuando acierto con algo. Seguiremos en ello.
ResponderEliminarAbrazo, Fernando.